Rota das Emoções: Bem-vindos ao paraíso! (III)

El quinto día acabó con una ducha relajante, una cene ligera y una discusión sobre si el agua de coco llevaba adoçante o no, y todo a ritmo de Julio Iglesias cantando en portugués. Si es que lo que no pase aquí… La sensación de irte a dormir sin escuchar nada más que el viento y el sonido del mar, con un cielo estrellado a más no poder es increíble. Dormimos como bebés.

Dia 6_ Volvemos a coger los petates y de nuevo nos metemos en la barca para comenzar la jornada visitando o Farol Preguiças, que está cerquita de Caburé, en el poblado Mandacarú. Una vez más, vistas impresionantes: arena y vegetación exhuberante, mar y rio encontrándose y un sol radiante alumbrándolo todo.OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Cuando bajamos nos dimos un paseo por el pueblo e hicimos una pequeña visita a la escuela con los niños más guapos que he visto en mucho tiempo, pero también con las instalaciones y el personal más limitado. En sitios así es como te das cuenta de las verdaderas necesidades que tiene este país.

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Seguimos remontando el río hasta nuestra siguiente parada, Atins. Otro de esos lugares con encanto donde muchos europeos han decidido quedarse a vivir. Calles de arena, una playa inmensa y la tentación siempre presente de tumbarte en una red y ver pasar la vida mientras te balanceas en ese paisaje inmejorable. Pero como somos viajeros activos, comimos algo para retomar fuerzas y nos fuimos de excursión a los Grandes Lençois. Traqueteo y baches en el camión para llegar al paraíso.

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Me da la sensación escribiendo sobre este viaje de que me faltan adjetivos para explicar las sensaciones y los paisajes que ofrecen los Lençois. Hasta las fotos se quedan cortas, porque la sensación de inmensidad que tienes cuando estás allí, encima de una duna y viendo esas lagunas de agua cristalina, verde y azul es difícil de describir. OLYMPUS DIGITAL CAMERAPodríamos haber pasado días allí, yendo de una lagoa a otra, bañándonos y disfrutando del silencio. La puesta de sol puso fin a nuestra felicidad y nos fuimos a cenar los famosos “camarões da Luzia”. Un poco decepcionante, creo que en cualquiera de las barracas del viaje hemos comido mejor que en el restaurante más famoso del parque.

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Día 7_ Bien tempranito hacemos de nuevo la mochila para coger nuestro camión-bus que nos llevará hasta Barreirinhas. Creo que ha sido el camino más interesante de todo el viaje, y era difícil. Cuatro gringos, 150 kilos de pescado, un autóctono parlanchín que nos contó de todo, chupitos de cachaça antes de las 11 de la mañana, poblados inverosímiles… Una vez llegados al pueblo-ciudad se rompe un poco la magia del viaje porque es verdaderamente feo comparado con los pequeños edenes donde habíamos estado. Nos damos una vuelta por la playa, hacemos amigos locales y buscamos la excursión del día siguiente para acabar el día cenando pizza al lado del río y echándonos unas risas con un hippie amigo de las adivinanzas.

Día 8_ En un camión destartalado (que para algo se llama ruta de las emociones) hacemos de nuevo el camino hacia las dunas, nuestro último encuentro con lo maravilloso de la naturaleza. Y cuando ya parecía que nada podía superar lo que habíamos visto, otra vez nos quedamos como tontos mirando al horizonte y a lo que teníamos a nuestros pies. No soy capaz de recordar los nombres de las lagoas (Bonita, dos Peixes, Azul, da Gaivota, Verde) pero a cualquiera que os lleven merecerá la pena, prometido. En pocos pasos torpes por la arena, vas de una a otra sorprendiéndote al bajar de cada duna. Baño en aguas dulces y transparentes, vegetación que parece salida de la nada en el desierto y el viento moviendo la arena bajo el sol. ¿Hace falta que explique algo más?

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Y como todo lo bueno tiene que acabar, vuelta a Barreirinhas, ducha y metidos en un coche con un conductor kamikaze hacia São Luis, ciudad Patrimonio de la Humanidad. Había poco tiempo para hacer visitas porque esa misma noche cogía un avión de vuelta a la realidad, pero aún así pudimos visitar un poco el casco histórico de la ciudad. Otro mundo. A la vez decadente y encantador, restos de la grandeza colonial mezclada con la desigualdad, música saliendo de todas las esquinas y una cena deliciosa en una terraza. Un final perfecto para uno de los viajes más maravillosos de mi vida.

Sao Luis Sao Luiz

Más info:

Pousada Do Irmão en Atins, totalmente recomendable. Gente amable y habitaciones cómodas y cuidadas.

Pousada Portas da Amazônia en São Luis. Situada en el centro, habitaciones espaciosas, con estilo y ambiente súper cuidado.

– São Luis. Información turística

– Excursiones: tanto en Atins como en Barreirinhas no teníamos nada reservado y fuimos averiguando y comparando opciones. En las pousadas facilitan mucha información y tienen sus propios colaboradores pero todos los paseos son parecidos y con precios similares. Muy importante llevar dinero en efectivo porque en el paraíso no hay otra manera de pagar…

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